El concepto de ciudad inteligente (en inglés smart city) aún está en construcción y refiere a una forma de desarrollo urbano sostenible capaz de atender en forma adecuada las necesidades básicas actuales y futuras de sus instituciones, empresas en los aspectos sociales, económicos y ambientales, con viabilidad del uso y explotación prudente y racional de sus recursos, basado en uso intensivo de tecnologías de información, operaciones y de consumidor.
Una ciudad inteligente no solo es cuestión de tecnologías de información y comunicaciones, requiere de inversiones en educación, en desarrollo sociales e infraestructura de servicios públicos, que promuevan la calidad de vida de la población, en un entorno amigable con el medio ambiente y culturalmente inclusivo.
Los programas de ciudades inteligentes normalmente son gestionados por los Municipios y corresponden a iniciativas transversales que involucran al sector privado, otras empresas públicas, las Universidades y otros actores sociales – económicos. Son esfuerzos sostenidos de iniciativas que se implementan de manera priorizada, pero que a la vez tiene un proceso de valoración de resultados y aprendizaje. Para ello se requieren de liderazgos, capacidades de innovación, participación ciudadana, visión y voluntad política. Es una apuesta al futuro por un escenario transformacional distinto en la relación ciudadano – ciudad.
¿Cuál podría ser un panorama de oportunidades de la formulación de iniciativas de ciudad inteligente en Riobamba, la Sultana de los Andes? Responder a esta pregunta, requiere de un análisis de contexto previo y de la valoración de condiciones habilitadoras. Sin embargo, a manera ejemplificativa, se pueden mencionar:
- Sistemas SCADA integrados de monitoreo y control de agua potable, que promueva un mejor uso del recurso y la disponibilidad del servicio.
- Sistemas de acceso a Internet e información ciudadana en espacios públicos con gestión de contenidos en relación a aspectos de transporte, prestación de servicios, alertas, turismo, entre otros.
- Plataformas para el fortalecimiento de la seguridad ciudadana, a través de monitoreo de activos y personas, sistemas de alertas y protocolos de intervención.
- Plataformas de recolección inteligente de basura y residuos sólidos, que optimice este servicio público en cuanto a cobertura y calidad y pueda impulsar el reciclaje.
- Plataformas de gestión de parqueos inteligentes a fin de impulsar el mejor uso del espacio público.
- Plataformas de gestión inteligente de semáforos y movilidad, que en forma adaptiva y dinámica facilite el flujo vehicular
- Plataformas de información y gestión turística que facilite la estadía de visitantes en la ciudad.
- Sistemas digitales de atención de servicios ciudadanos para que exista la opción de hacer trámites a través de medios digitales.
- Plataformas de participación ciudadana para fortalecer la interacción de los ciudadanos con el Municipio.
Es claro que el potencial de los beneficios por desplegar de este tipo de iniciativas es significativo. En este contexto, ¿cuáles podrían ser los primeros pasos para iniciar un programa de Riobamba – Ciudad Inteligente? Un Municipio en su plan de gestión formule un plan de innovación y digitalización de la ciudad, con voluntad política para impulsar una visión de ciudad año 2030. Una estrategia y un plan de ejecución de programas priorizado y valorado en cuanto a su viabilidad y un equipo interno de profesionales multidisciplinario que lidere los proyectos, una estrategia de comunicación y gestión de cambio, una estrategia tecnológica y de gobierno electrónico municipal, entre otros.
Bien valdría la pena de que al inicio de este nuevo período de gestión municipal se pudieran plantear estos objetivos y planes de ciudad que tienen un horizonte de mediano y largo plazo. Riobamba lo merece.
