El Ministerio de Salud Pública de acuerdo a la normativa que articula y reconoce la importancia de las parteras en el Modelo de Atención Integral de Salud (MAIS) apunta a trabajar de manera coordinada con una de las especialidades de la medicina ancestral como son las parteras.
Durante el 2020 la Coordinación Zonal 3 de Salud ha certificado a 400 parteras de las provincias de Chimborazo, Tungurahua, Cotopaxi y Pastaza a partir de un reconocimiento mutuo del valor y el sustento que tiene tanto la medicina oficial como la ancestral; durante los meses de septiembre y octubre se han entregado 319 kits de partes (guantes, bisturí, funda para placenta, hilo para cordón umbilical, toallas, jabón) gracias a la articulación con la Fundación Care Ecuador.
El proceso de certificación se realiza con la búsqueda y registro de parteras ancestrales, ingreso de datos de postulantes para la legitimación comunitaria y certificación institucional; la directiva de la comunidad o barrio envían un documento con sus firmas, en la que se ratifique que reconocen a la mujer como partera comunitaria, dentro de sus características está el liderazgo espiritual , hablar el idioma local, gozar de la aceptación y confianza de las familias de la comunidad, así como, certificar que la partera tiene como mínimo 10 años de experiencia y que ha hecho acompañamiento de embarazos, y cuidados a recién nacidos en la comunidad.
El MSP, capacita a las parteras en temas como salud sexual y reproductiva, derechos, violencia de género, emergencias obstétricas, cuidados del recién nacido, señales de peligro en el embarazo, entre otros.
Luisa Alcolcer de 55 años de edad, perteneciente al cantón Licto provincia de Chimborazo, es una partera certificada por esta Cartera de Estado, ella ha sido reconocida y legitimada por su comunidad. Luisa nos comenta la importancia de conservar la medicina ancestral y combinarla con los servicios de salud «Nosotros como mujeres indígenas podemos estar en el Centro de Salud, en un lugar seguro y tener la opción de ser atendidas con nuestras necesidades culturales, apoyadas por los doctorcitos, yo he traído al mundo a más de 100 niños con los conocimientos de mis ancestros las hierbas y aguas medicinales», concluyó.
“Fue necesario identificar a las parteras para que puedan capacitarse en detectar a tiempo factores de riesgo, tanto para la madre como para el bebé, estos conocimientos fueron impartidos por el personal de salud; asimismo, con la experiencia de Luisa en el cantón Licto ha sido de gran ayuda que ella también imparta sus conocimientos con sus 30 años de experiencia como partera comunitaria, ella ha aprendido de nosotros y nosotros de ella”, indicó María Mullo, Responsable Zonal de Salud Intercultural.