Como en cada proceso electoral, muchos de los espacios de información y opinión se hacen eco de las “encuestas” esa famosa herramienta que bien utilizada es positiva, pero que en manos inescrupulosas generalmente se usa para manipular. Hay que tener claro algunos aspectos para saber “leer” las encuestas. La gente no paga por hacer una encuesta por pura curiosidad, generalmente detrás está un partido político que intenta hacer que la oposición se viera mal, un grupo de interés público tratando de probar una posición previamente determinada.
De acuerdo con Javier Chiliquinga, analista de Socioplítica, Chimborazo es un caso especial en esta última característica porque gran parte de su población ha migrado a Guayaquil y Quito (en ese orden y jerarquía del patrón de flujo migratorio), por ello es que algunos candidatos en la contienda electoral de 2019 colocaron su imagen y pancartas en las carreteras de la vía a la costa y la entrada a Quito.
Debemos estar claros que, de ninguna manera una provincia como Chimborazo será determinante en las elecciones del próximo año porque no acumula más del 4% de la población de electores a nivel nacional. Es más, históricamente los resultados electorales en Chimborazo contrastan con las tendencias nacionales. Por ejemplo, durante los años de mayor éxito nacional de la Revolución Ciudadana con Rafael Correa a la cabeza, ni AP ni Correa constituyeron la primera opción política para los chimboracenses, sino que estos eligieron a Lucio Gutiérrez y el PSP, cuando este líder y su organización política prácticamente estaban ausentes del escenario público o muy desprestigiados a nivel nacional.
Sin duda, la provincia del centro del país es un caso aparte y no empata con lo que digan las encuestas nacionales. Sin embargo, es importante rescatar aquellas empresas que toman una muestra de Chimborazo para emitir sus informes, y estas son: CEDATOS, Click y Clima Social; la primera de Polibio Córdova, la segunda de Francis Romero y la tercera de Santiago Pérez, refiere Chiliquinga.
En lo electoral solo podemos tomar como certeras las tendencias nacionales, allí lideran Andrés Araúz, Guillermo Lasso y Yaku Pérez (el orden depende de los resultados de las encuestadoras). Como ya sabemos, en Chimborazo esa tendencia no aplica de igual manera.
El correísmo ha sido muy resistido en la provincia y los resultados actuales y previos en el largo plazo no muestran nada a favor de Arauz, pero ello solo quiere decir que Chimborazo no lo apoyará, aunque él si gane la presidencia. La misma lógica aplica para los otros dos candidatos.
Ahora bien, Guillermo Lasso ha tenido un buen resultado electoral dentro de la provincia en los últimos años, pero no lo tenía él por sí mismo sino porque representaba la opción anticorreísta que calzaba muy bien durante los años previos. Pero, su liderazgo no acumula la simpatía de la población, es más, su preferencia tanto en Chimborazo como en otras provincias de la sierra ha caído parcialmente.
Yaku Pérez ha tenido que superar varios inconvenientes internos en su organización social y política que le restaron puntos a nivel nacional, pero en las últimas semanas han logrado superar varias de sus líneas rojas dentro de sus filas y poco a poco sus números van creciendo en las provincias del sur y centro del país, no así en Pichincha. Esto sí es novedoso para Chimborazo porque la población étnica va a tener que tomar decisiones respecto a su elección nacional y las diversas alternativas locales para la Asamblea Nacional, pero su techo étnico va a jugar un rol importante dependiendo de los pasos que den sus líderes en las próximas semanas.
“Lo que sí debemos dejar claro es que ninguna encuesta nacional es un instrumento para extraer información principal para Chimborazo mientras esté mezclada con datos nacionales, deberíamos aislar los casos de la provincia y relativizarlos porque si la información local está mezclada con la nacional. Solo una encuesta especializada y dedicada a la provincia de manera exclusiva podría ofrecer luces sobre la realidad local y servir como fuente de información calificada para tomar decisiones”, señala el análisis de Sociopolítica.
En esta época electoral, y aprovechando la prevalencia de las redes sociales abundan los análisis y, por supuesto, las encuestas, hay que tener cuidado y diferenciar los objetivos ocultos detrás de cada publicación.
Javier Chiliquinga – Sociopolítica
Diego Moncayo Amores – Diario de Riobamba/Aquí Chimborazo
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