Este abril pasará a la historia, no por el megaconcierto, ni por las ferias, peor por las fiestas espectaculares. No extrañamos los lugares o las cosas, son las personas que lo hacían especial; tampoco se evoca la comida o la bebida, era la buena compañía, ahora estamos lejos, pero nunca solos.
La melodía de hojas arrastradas por el viento ahora rompe el silencio de la avenida, los jinetes en sus caballos rumbo al rodeo no han salido porque ahora en Macají los vehículos retenidos de dueños desobedientes ocupan su espacio.
Pensábamos que el hornado con chiriucho levantaba el espíritu y que el cevichocho nos hacía inmortales, pero era el piropo y la sonrisa de la casera que lo hacían.
Caminar por la Primera Constituyente no es lo mismo sin ese buen saxofón, él nunca nos vio, pero nos robaba la mirada cada vez que tocaba.
Hace 198 años, disparos y espadas derramaban sangre por la calle Argentinos y la Orozco por nuestra libertad, hoy la muerte invisible toco la puerta de 16 hermanos y por nuestra irresponsabilidad tristemente se sumarán más.
Pero no es tiempo de críticas y lamentos, sino de tener fe, confianza y saber que el chimboracense nunca se rinde, que a pesar de la dificultad logramos seguir adelante y que vencernos no es tan simple. “Jodidos” pero solidarios, “lluchos” pero con el corazón ardiente. Morimos de pie, luchando hasta que el último aliento diga “vencimos”.
El “Dios les pague” es a ustedes: médicos, doctoras, gerentes, cajeros, tenderas, caseras del mercado, agricultores, ganaderos, policías, militares, periodistas, camarógrafos, agentes de tránsito, recolectores, transportistas, cargadores, comerciantes y disculpen si no nombre a todos, es que son muchos los que nos mantienen con vida.
Hoy no importa religión o creencia, ni los mil niñitos que tenemos, los treinta “Señores” que nos protegen o el centenar de Vírgenes a las que rezamos en casa y nos cuidan. Las oraciones son para las familias de los héroes, que darían todo por un abrazo familiar que les ayude a seguir en esta guerra y aún lo esperan o talvez ya no lo reciban…. el pensamiento cada segundo es con los contagiados, fallecidos y sus seres queridos.
Que bendición salir aplaudido y en calle de honor por vencer a la Covid-19, en poco tiempo festejaremos lo mismo todos. Porque “nacimos nobles y no con alma de esclavos”, porque “La Riobambeñita” que nos hace gritar al cielo cada vez que suena y “el Rey de los Andes” nos recuerda que nuestra provincia es la más imponente de este país.
Somos “Chullas #Riobambeños” de cepa y con coraje y hemos armados historias de #LaRiobambeñidad el pretexto para estar juntos.
El miedo es una palabra y la victoria nuestro destino. Lo ha sido siempre. “Dios bendiga a Riobamba, Chimborazo y el Ecuador” esta ciudad se levantará pronto y mostrará de lo que estamos hechos. #JuntosPodemos #VivaRiobambaUnido.
Texto. Pancho Andino, periodista.
Fotos. Marcelo Jijon Paredes