«Vecino cualquier ayudita», son frases que se escuchan a diario en la mayoría de esquinas donde hay semáforos. Hombres y mujeres con niños en brazos, piden caridad. Otros, venden algún producto, tratando de obtener algo para sobrevivir en medio de esta pandemia.
Un pequeño niño, limpiaba los cristales de los vehículos, unos sacaban su mano para brindarle una moneda, otros, lo ignoran y muchos se molestan. El pequeño, si se preguntan de dónde es? Les contesto, que es venezolano, le ha tocado buscar vida a tan corta edad.
Como ellos, también hay gente de aquí a quienes les tocó hacer la misma labor. Vender lo que sea para subsistir, e incluso estirar su mano para ver quién los auxilia. «Es fácil decir que nos quedemos en casa, cuando no tenemos qué comer, peor aún cómo pagar el arriendo», contó, Lizandro, nombre protegido.
Manuel, es un niño de Chimborazo, se apostó sobre la Carlos Zambrano y Daniel León Borja, emula a los ciudadanos venezolanos y se dedica a limpiar los cristales de los autos. Intenta llevar algo a su casa, cuando le pregunté qué hace con el dinero, me dijo «llevo a mi casa para comprar comida», lo elemental para seguir de pie.