(I) “Era un 7 de noviembre, salí temprano de casa hacia la Universidad, circulaba por la avenida nueve de octubre en mi motocicleta. Para mí el reloj se detuvo a las 07h42. El conductor de una camioneta no se percató que subía y abruptamente se dio vuelta en U. Todo se nubló en cuestión de segundos, me impactó de manera súbita”, fue lo que relató Dimas Carvajal, quien hace dos meses tras un accidente de tránsito perdió uno de sus pies.
“Los gritos causaban eco y varias voces murmuraban, pedían auxilio”, acotó Dimas. Aquel día, cuando el equipo de noticias de este Diario llegó al sitio, observó un cuadro desgarrador. Las ambulancias aún no arribaban al lugar del siniestro. El pie de Dimas estaba sobre el frío cemento, mientras el joven consiente permanecía sobre el piso. El dolor era insoportable. Al cabo de varios minutos llegaron los paramédicos, el viento gélido golpeaba nuestros rostros. El joven fue trasladado hasta una casa de salud, pero por la complicación de su caso lo transfirieron hasta el hospital de Cuenca.
“Los médicos lucharon por salvar mi pie, me dijeron que hicieron todo lo humanamente posible, pero que lastimosamente, habría pasado mucho tiempo expuesto en el piso, más el viaje de tres horas, fue lo que lo complicó”, seguía contando Dimas.
Nos dijo además que la operación duró cerca de doce horas, luego de aquello vino una etapa de recuperación, ocho días con tutores externos quienes revisaban los pernos y las limpiezas en quirófano, “empezaba a sentir mi pie, más no lo podía mover, me pinchaban con agujas pero no sangraba, lamentablemente obtuve una bacteria llamada (ACINOBACTER BOUMANI).
Luché por un mes contra ese extraño microrganismo. Pero nada se pudo hacer mi pie empezó a necrosarse (morir) y a volverse negro, eso dio paso a que me apuntaran”, asintió Dimas, con su mirada perdida en el tiempo.
El 8 de diciembre lo dieron de alta, su hermano José fue quien lo acompañó todo el tiempo. Dan gracias a todo el personal de hospital de Cuenca por su colaboración.
Ayuda
“Le cuento que yo siempre fui un joven deportista me gustaba jugar fútbol. Mi ilusión es volver a las canchas, pero la única manera es con una prótesis especial, con una estética que le forma el pie. Lo que me ayudaría el Estado no es propicia para hacer deporte”, añadió, Dimas. El joven cuenta que su sueño fue ser Policía, pero todo se habría truncado tras el accidente. Su familia es de escasos recursos económicos. Con la compra de medicamentos para su recuperación su economía fue gravemente afectada.
Arreglo
Hasta el momento el causante del accidente no ha querido arreglar el problema. Según Dimas se ha acogido al derecho al silencio. El caso sigue su curso, es decir han entrado en un proceso legal que casi no ha avanzado. Espera justicia.
Lucha
Su lucha es diaria todos los días asiste al Hospital General docente de Riobamba para sus terapias físicas. Cuenta que el dolor es muy extremo, por las noches aún piensa que tiene su pie. Los médicos le han diagnosticados que son dolores fantasmas y que con el paso del tiempo se iría acostumbrando.
Es la historia de un joven cuyas aspiraciones se vieron truncadas por un conductor que no quiere asumir su responsabilidad al volante.
La solidaridad de los riobambeños podría ser un alivio para adquirir la prótesis que Dimas requiere para continuar su vida
Q Diosito te bendiga y te dé la fuerza necesaria para sobrellevar este duro tiempo, cuentas con amigos q te apoyamos siempre para q continues fortaleciendo tu vida con éxitos 😇
Ahi una mano de los Riobanbeños como abogados doctores asi ayudarle al muchacho ahi la justicia ya perdio el pie que querian hubise paso algo mayor para aue hagan algo y nos devimos Riobanbeños de corazon mmmm
Sigue adelante amigo si estas con vida aun despuès de ese terrible accidente es por que Dios tiene un proposito muy grande para tu vida …Dios te Bendiga si hay alguna peña de solidaridad me sumo para el evento como artista al igual con algunos colegas que no se van a negar….te dejo mi numero y mi correi…..Bendiciones.