Opinión- FUEGO CRUZADO – Por: Darwin Altamirano*

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Julián Assange, lastimosamente estuvo en fuego cruzado entre dos políticos divorciados. Moreno nos vendió su historia del mal comportamiento, la falta de respeto al Ecuador, e incluso la supuesta demencia de Assange al manchar con excremento las paredes de la embajada.  Mientras tanto Correa desde el ático hace su trinchera mediática y acusa de traidor a su ex amigo, coideario y binomio político.  Por su canal amigo Televisión Rusa RT en español afloró toda su ira porque Moreno permitió que la policía británica ingrese a la embajada para que detenga al Director de Wikileaks.

La historia de quien es y qué hizo Julián Assange ya casi todo el mundo lo sabe. Lo que no se saben es por qué Correa le dio asilo. Bueno, según la cancillería ecuatoriana  justificó su decisión argumentando que los derechos humanos de Assange podrían ser violentados en una hipotética extradición de Suecia a Estados Unidos. Pero, por otro lado, acaso; ¿temía Correa le publiquen sus actos oscuros tal cual lo han hecho con su ex amigo Moreno?

Sin duda Julián buscaba guarnecerse y evitar su extradición. Los casos de violación a cuatro mujeres era los de menos. De igual manera la violación a los términos de fianza. Lo fuerte del caso es la conspiración de una intrusión informática a una computadora de los Estados Unidos. Con esto se develó casos que conmocionaron al mundo y movieron a los mass medias como nunca.      

Ahora, ante el poder político y económico de los Estados Unidos y su aliado el Reino Unido, a Assange no le quedaba de otra que vender su conciencia a Correa. O todos los actos de corrupción  que han salido a la luz en contra de Correa y de algunos de sus amigos ex Alianza País son puro humo?… por qué Wikileaks no denunció el caso ODEBRECH por ejemplo. Por qué si lo hizo con Moreno. Sin duda, Rafael y Lenin vienen de la misma escuela Revolucionaria. Parece que a Moreno se le perdió el bisturí, mientras que a Correa se le quedó manchadas las manos limpias con el caso Chevron, o tal vez, la locura de Assange les abrazó a estos dos peleoneros que pregonaban las mentes lucidas y corazones ardientes.

Sin duda Julián Assange quedó en medio, rompiendo todo lo bueno que hizo para el mundo periodístico que defiende la libertad de expresión. Aunque eso no se lo puede borrar ahí permanecerá.

*Periodista, corresponsal nacional de noticias, producto audiovisual

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