Exceso de movimientos políticos en una provincia pequeña del Ecuador
El Consejo Nacional Electoral (CNE) debe aceptar la inscripción de candidaturas formales de las organizaciones políticas (OP) hasta hoy siete de octubre de 2020. La fragmentación del voto es un fenómeno que está presente en todo el territorio ecuatoriano, pero Chimborazo es la provincia que más organizaciones tiene por habitante y esto la vuelve la más fragmentada a nivel nacional por número de votantes, ya que Guayas es la que gana por número de escaños y votantes, aunque el número de población no es comparable. La provincia costeña se calcula por millones de electores mientras la del centro del país por cientos de miles solamente.
Primero: ¿qué es la fragmentación?
El CNE la define como el número efectivo de organizaciones políticas en una unidad territorial, con este concepto se calcula la magnitud de dispersión de los votos entre las OP. El aporte como indicador para el sistema político y la calidad de la democracia tiene dos lecturas: la primera respecto a la expresión de oportunidad política que las OP tienen para participar en una contienda electoral, es decir, a mayor cantidad de organizaciones, mayor diversidad y pluralidad de ideas y tendencias políticas expresadas en una unidad territorial; la segunda indica distorsiones en el espectro ideológico en el que los partidos no logran sintetizar propuestas claramente diferenciadas con base en ideas y proyectos de largo aliento ni de vocación estadista nacional sino que se convierten en expresiones de caudillos locales (en lenguaje popular: tarzán de bonsay) que no tienen más proyección que la de aprovecharse de la estructura política para sacar provecho del erario público a costa de los ciudadanos.
Como todo en política y más en su sistema electoral, todo extremo es malo, el ideal es tener un sistema político ajustado a la realidad ecuatoriana y sus provincias, pero no vivimos en ese mundo ideal de la política sino en el de la “real politik” latinoamericana donde las organizaciones políticas han servido en los últimos años para el provecho de familias y caudillos en lugar que a las ideas robustas con proyectos de largo plazo, esto no es más que la expresión de grupos predadores de poder político. Ahora, pasemos a los datos.
¿Qué pasa en Chimborazo?
El CNE ha calculado el número de electores al año 2021 para la provincia del centro del país, en total son 410.178 ciudadanos facultados para sufragar. Ahora bien, Sociopolítica ha realizado el historial de la diferencia entre electores y sufragantes en la última década y el saldo general de ausentismo es del 20% de electores. Entonces, se puede estimar que para febrero del año 2021 el número de electores que no asistirían al recinto electoral sería aproximadamente: 82.035, a ello hay que sumar el porcentaje histórico de los votos blancos y nulos del mismo periodo para tener una proyección de quienes sí irán a sufragar el 7 de febrero del próximo año pero que no votarán por ninguna fuerza política. El saldo final indica que un poco más de 250.000 ejercerán su derecho al voto de forma directa sin expresar su rechazo al sistema electoral. El cálculo se hace así: 1. electores — sufragantes = votantes, 2. votantes — (votos blancos + votos nulos) = voto efectivo a organizaciones políticas.
El resultado de esta proyección para el 2021 con base en los resultados electorales de la última década nos permite tener un valor aproximado para un análisis del voto más plausible. A esos datos iniciales hay que añadir el efecto pandemia que podría tener un peso de más o menos 10 puntos porcentuales en el ausentismo, pero ello depende de la evolución de la propia pandemia y la salud global que constituyen variables no calculadas con certeza hasta octubre de 2020.
Ahora bien, junto a las consideraciones antes expuestas y volviendo a la división de los votos entre las organizaciones políticas que preinscribieron su candidatura en el CNE de Chimborazo, el saldo no es alentador. Veinticinco (25) OP compiten por cuatro escaños en una provincia que ajusta un poco más del 2% de los votos nacionales y que, por su nivel de ausentismo, más los votos blancos y nulos, su representación a escala general no alcanza relevancia suficiente para los partidos nacionales, pero a nivel local ha motivado a varios caudillos a movilizar sus recursos para competir por un pequeño espacio de poder.Gráfico 1. Electores en la provincia de Chimborazo.
Si tomamos el número de candidatos preinscritos y los multiplicamos por cuatro (4) resulta que hay 100 personas compitiendo por esos escaños locales. Con una división muy simple la fragmentación de los votos haría que cada organización política tenga para sí 16.407 electores y el día de la elección cada una llegaría a obtener 10.000 votos si la dispersión de las voluntades fuera equitativa para todas las fuerzas políticas.
Sin embargo, esta distribución es ilusoria ya que el modelo de distribución de escaños electorales vigente dispone que se debe eliminar a las organizaciones que no alcanzan el 3% mínimo establecido en la norma electoral. A continuación, el mapa de fuerzas políticas en orden alfabético.
Tabla 1. Organizaciones políticas preinscritas hasta el 17 se septiembre de 2020.
* Los casilleros rojos indican a los movimientos que han presentado problemas procedimentales en sus inscripciones entre el 17 de septiembre y el 7 de octubre de 2020.
Independientemente de su estatus legal e impugnaciones entre organizaciones políticas, se debe tomar en cuenta la expresión de la voluntad popular en las urnas con base en la última elección y viendo cuáles son las OP que tienen un grado de representación superior al 3%. El resto de OP no solo que no tendrían representación, sino que cumplirían una función de distorsión tanto en el sistema electoral como para la democracia porque no participan para ganar sino para eliminar votos que pueden servir como competencia a fuerzas políticas que representen una alternativa a los partidos tradicionales. También se perfilan como mecanismos que usan los caudillos locales para conservar el poder. A continuación, las organizaciones políticas con representación superior al 3% en Chimborazo, por orden alfabético.Tabla 2. Organizaciones políticas preinscritas hasta el 17 se septiembre de 2020, con representación superior al 3%.
* Para eliminar a los movimientos políticos de la tabla de representatividad se tomó las alianzas provinciales (representación supra-cantonal) y se dividió para el número de organizaciones políticas que hicieron alianza en 2019, por ejemplo: AVANZA, Unión Ecuatoriana y el Partido Socialista Ecuatoriano hicieron alianza encabezada por Baltazar Poma en 2019 y entre las 3 OP obtuvieron el casi el 4%, ese valor se dividió entre ellos y cada uno quedó con el 1.3% provincial.
De todo lo antes descrito se desprende que nueve (9) organizaciones políticas quedarían en pie con una real representación provincial y sin una función de división del voto para intereses no democráticos. Este mapa de las fuerzas políticas se ajustará aún más después del 8 de octubre con un margen temporal adicional de al menos una semana más mientras se resuelven los aspectos legales y jurídicos de las OP tanto a nivel nacional como provincial. La función electoral se avocaría a resolver impugnaciones y algunos vacíos legales propios del proceso burocrático, así como muchos otros vinculados a los movimientos de los acuerdos entre OP.
Por ejemplo, CREO tenía alianza con el PSP y Merecemos Más, pero para el 2021 no han logrado acuerdos y cada uno va por su cuenta propia. Por otro lado, en 2019 el PSC logró cierto éxito gracias a su alianza con la OP del actual Alcalde de Riobamba, Napoleón Cadena, este año ellos no tienen alianza porque no existe inscripción conjunta en el CNE y ello nos muestra un movimiento político pragmático pero por vías no institucionalizadas. Esto constituye un movimiento político confuso porque a nivel nacional CREO y el PSC tiene una alianza para la candidatura presidencial en torno a Guillermo Lasso, pero no existe unidad en Chimborazo: ¿qué harán las dos organizaciones políticas? ¿apoyarse en lo nacional y dividir sus fuerzas en lo local? Si su división es tan polarizada puede que ninguna de las organizaciones tenga éxito porque ahora sus alianzas son menos estables.
¿Qué está pasando aquí? A manera de conclusión
En 2017 doce (12) OP disputaron las cuatro curules a la Asamblea, en 2019 once (11) lo hicieron por los poderes locales y en 2020 se presentaron preliminarmente veinticinco (25) OP para competir por los cuatro escaños de la provincia. Cien (100) ciudadanos plantearon esa competencia en una provincia que acumula un poco más del 2% de los votos a nivel nacional.
Frente a esos datos se presenta una fragmentación del voto que distribuye el 4% para cada OP en un primer escenario, pero en un segundo modelo, que propone un carácter más ajustado a la voluntad de los votantes, la representación más fuerte se concentra en nueve (9) fuerzas políticas, cuatro (4) de ellas tienen una vida superior a los 7 años y el resto (5) son virtualmente nuevas. Cuatro de ellas están formadas por candidatos que salieron de organizaciones políticas antiguas y solo una se mantiene libre de los poderes fácticos del pasado.
La estructura de oportunidad política (EOP) en el sistema electoral ecuatoriano es tan abierta en el año 2020 que la proliferación de OP se ha vuelto alta, un análisis publicado en el portal digital Primicias muestra que Chimborazo es la provincia más fragmentada en el país por número de habitantes y ha encendido una alarma a nivel nacional respecto a una unidad territorial que no se mide por millones de habitantes sino solo por cientos de miles. Los ciudadanos de la provincia tienen un reto y es optar por las opciones políticas que representen ideas y propuestas serias y de largo plazo y no solo las que estén vinculadas a grupos económicos o familias locales con vocación caudillista. Es preciso identificar a los movimientos destinados solo a dividir los votos en lugar de ofrecer propuestas reales para el futuro de la provincia y el país.
Sociopolítica
Javier Chiliquinga Amaya
Analista sociopolítico07.10.2020
