El más popular, esperado y concurrido evento de las Fiestas de Abril fue siempre el Desfile de la Alegría.
Este multicolor acontecimiento que se realiza el día 20 de abril de cada año a lo largo de la avenida “Diez de Agosto”, convoca a las calles a la ciudad entera. Ese día, todos los riobambeños se vuelcan desde muy temprano en la mañana a la popular calle para “coger puesto”. La mayoría iban preparados con bancas, parasoles, refrigerios y no eran raras las disputas por obtener el mejor lugar. Las familias que tenían sus viviendas en la 10 de Agosto, engalanaban sus balcones para mirar desde ese privilegiado lugar el alegre acontecimiento. Igualmente, algunos comerciantes que tenían sus negocios en esta avenida acondicionaban sus locales para una mejor vista del desfile.
El “Desfile de la Alegría” era una fiesta multitudinaria, singular, colorida, bulliciosa, apoteósica. El retumbar de los tambores de la legendaria Banda de Guerra del Colegio Maldonado anunciaba el inicio del desfile. La banda, que ese día se transformaba en Banda de “Paz”, entonaba melodías populares entre ellas la alegre canción “La Riobambeñita” el segundo himno de la ciudad. Los elegantes y bien decorados carros alegóricos eran un deleite, y el más aplaudido era el de la nueva Reina de Riobamba, la flamante soberana, acompañada de su corte de honor, repartía desde su trono, flores, besos y sonrisas a sus delirantes “súbditos”. Las comparsas de los colegios femeninos de la ciudad era la parte más esperada por los jóvenes galanes riobambeños (como los de la foto de abajo) quienes miraban con deleite la belleza de las lindas chiquillas riobambeñas.
El conjunto de jóvenes de la fotografía son parte de una “gallada” de amigos del Colegio Maldonado (aunque también está algún caucho), uno de sus miembros era Héctor Cabrera, cuyo padre, Don Alfonso Cabrera Robalino tenía un Estudio Fotográfico en la Diez de Agosto y García Moreno. A este lugar acudieron los amigos de Héctor para disfrutar cómodamente del famoso desfile. Héctor no aparece en la imagen pues fue él quien tomó la foto.
FOTOGRAFÍA: Del archivo de Galo Villamar. Fotógrafo: Héctor Cabrera. Riobamba, abril de 1974.
Edwin Chávez Medina para El Diario de Riobamba