Luego de la tradicional misa dominical, el ritual continuaba con el paseo por la “Diez de Agosto” popular calle que se había transformado en una suerte de pasarela al aire libre en donde las guapas chiquillas riobambeñas lucían sus encantos.
La “Merced” era la Iglesia más popular entre la juventud de la época y el culto católico exigía a las damitas vestir femeninamente con recato y el velo era un adminículo obligatorio. Cuando la ceremonia terminaba y una vez en la popular calle de la romántica ciudad de entonces el velo y el recato se guardaban discretamente en la cartera.
Las elegantes y hermosas señoritas de la fotografía acaban de salir de “misa de nueve” de La Merced y caminan risueñas por el “boulevard” riobambeño a la altura de la Larrea y España ante la atenta mirada de los jóvenes galanes agrupados en la “gallada del Parque Sucre”, quienes las contemplan con vista escrutadora de severos jueces, cómodamente sentados en el espaldar de la gran banca semi-circular que hasta hoy existe en el emblemático parque riobambeño. Este trecho era la prueba de fuego para las bellas damitas.
La ruta tradicional era caminar hasta la Estación para luego desandar el camino y llegar hasta la Fuente de Soda de Cristellott para degustar un sabroso helado. Tiempos idos.
FOTOGRAFÍA: Archivo Radio Mundial.