En nuestro planeta y al interior de la Litósfera existen depresiones que se convierten en depósitos de agua que alcanzan profundidades de hasta 6 metros y conforman diferentes ambientes acuáticos,
lagos, lagunas, esteros, ciénagas. pantanos, Poggios (ojos de agua), entre los principales. Estos cuerpos lacustres pueden ser grandes, pequeños, subterráneos o superficiales, de agua dulce o salada, derivadas de desbordamientos de corrientes superficiales de agua de ríos, mares, excesos de lluvias; y/o de glaciaciones, infiltraciones de aguas sólidas provenientes de los nevados que forman las corrientes de agua subterránea conocidas como corrientes Lóticas y Lénticas si se encuentran estancadas momentánea o permanentemente.
Con estas consideraciones, se puede definir al HUMEDAL, como la zona de la tierra, generalmente plana con inadecuado drenaje, inundable de manera permanente u ocasional, dando lugar a un ecosistema entre puramente acuático y terrestre.
Los ecosistemas de humedal, son incomprendidos en su importancia, ya que suministran agua dulce en sitios secos, proveen de alimentos y favorecen las actividades humanas (turismo, pesca y desarrollo de la vida silvestre), biodiversidad, recargas de agua subterráneas, regulan el ciclo del agua y del clima, control de crecientes, avenidas e inundaciones y sequías, mitigaciones del cambio climático.
Este domingo 2 de febrero de 2020, luego de 23 años de haberse suscrito el primer convenio en nuestro planeta denominado de RAMSAR- IRÁN, con el objetivo de la CONSERVACIÓN Y USO ADECUADO DE LOS HUMEDALES, que en planeta alcanzan a + o – 170 millones de kilómetros cuadrados. En nuestro país (según el MAE) desde 1991 hasta la presente se han identificado y aceptado por el convenio de Ramsar 19 humedales, de estos el de mayor importancia internacional es el Complejo Cuyabeno – Lagarto cocha – Yasuní, que ocupa una extensión de 770.000 has.
En tal virtud, la participación de nuestro país en la protección, manejo y correcta utilización de estos importantes como frágiles recursos, portadores de tantos beneficios para la Litósfera, Hidrósfera y Atmósfera a nivel mundial, debe constituirse en un llamado de atención al mejor trato de nuestros humedales al menos a los que nos corresponden por estar presentes en la geografía de la provincia de Chimborazo, a los cuales la mayoría de veces sólo los explotamos y no hacemos casi nada por protegerlos peor aún por desarrollarlos social, técnica, ambiental y económicamente, de tal manera que contribuyan a mantener el equilibrio ecológico y seguridad ambiental.
*Ingeniero agrónomo, máster en Riesgos Laborales, Consultor Internacional en Desarrollo Rural, Investigador, docente universitario, ex Prefecto de Chimborazo