Mujer, más allá de una declaración de derechos
(O) «La espina siempre será parte de la rosa». Esta reflexión empieza resaltando el rol que las mujeres cumplimos dentro de la sociedad en general, siendo rosa pero, por su naturaleza, la misma tendrá espinas, esas espinas que muchas veces las volvemos invisibles porque siempre mostramos nuestra mejor cara, la rosa.
Las mujeres en todas las épocas hemos jugado roles indispensables e importantes empezando por aquel de ser las dadoras de vida porque somos fuerza y también sensibilidad, somos capaces de transformar lo más amargo en dulce, somos soñadoras y capaces de volver realidad esos sueños, somos capaces de invadir corazones con una simple sonrisa, de cambiar el mundo con la fortaleza de nuestra propia feminidad.
Las mujeres no somos tesis ni antítesis somos síntesis del conocimiento, del amor más profundo. Las mujeres somos capaces de convertirnos en ángeles para proteger a los nuestros. También debemos dejar en claro que no estamos en este mundo para complementar a nadie sino para caminar de la mano del hombre sin desmerecer que nosotros somos dulzura pero el hombre es fuerza; siendo el complemento perfecto, incluso cuando en la realidad puede ser al contrario.
Más allá de la reflexión filosófica de nuestra existencia, es indispensable aterrizar también en la realidad en la que la sociedad nos ha ubicado, como víctimas de la violencia sea de cualquier tipo, golpeadas, asesinadas o acosadas, algo que busca ser erradicado desde la institucionalidad, combatir con leyes y políticas públicas que deben ser más que mera jurisprudencia y declaraciones por nuestros derechos, somos parte de esta sociedad y merecemos más que un día al año.
En este día juntamos todas las fechas importantes que se celebran en nuestro calendario. No seamos víctimas de las circunstancias que nos toca vivir seamos siempre las heroínas de nuestra propia vida.
Valeria Burbano Salas Abogada / vburbano77@gmail.com