El Tren se nos está haciendo humo

Actualidad

Así empieza José “Pepe” Aldaz Nieto, conocido dirigente y radiodifusor riobambeño, una crónica en su perfil de Facebook, en la que hace referencia a los plazos que corren para la extinción de la empresa pública, Ferrocarriles del Ecuador.

Dice Aldaz que de una pequeña visita a los talleres del ferrocarril, se pudo constatar que existen dos máquinas a vapor (máquinas negras guardadas), de la época del inicio, en tiempos de Eloy Alfaro, a la intemperie, coches nuevos construidos para el llamado Tren Crucero o de Turismo, Los bienes del ferrocarril son varios, de gran valor y están siendo inventariados, esperando que estos bienes no desaparezcan como el humo nostálgico de aquellas máquinas a vapor, reflexiona.

El martes 19 de mayo del 2020, el presidente Lenin Moreno emitió el decreto 1057, que establece un plazo de 60 días para que se realicen las operaciones para que la empresa cuente con la mayor cantidad de activos líquidos para que se puedan cubrir las obligaciones existentes. Los activos y pasivos que queden pasarán al Ministerio de Turismo.

De acuerdo al último informe de rendición de cuentas, la Empresa Ferrocarriles del Ecuador, cuenta con 10 locomotoras electrodiésel, 7 locomotoras a vapor, 7 autoferros, 36 coches, modernos, climatizados y de madera, 3 furgones de energía, 4 talleres, entre otros bienes.

Dice Aldaz que en su recorrido, le llamó la atención, el anuncio de una propiedad que entendía era de los ferrocarriles y que hoy está en venta, en una extensión de 400 mts2, el inmueble en cuestión está en lo que antes era la Av. Unidad Nacional, hoy, 9 de Julio. En el centro de Riobamba y en los talleres de la entidad los trabajadores realizaron varios plantones.

“En las redes sociales se protestó y airadamente, pero hasta ahí llegamos, no hemos hecho nada de nada, ninguna actividad o gestión que vaya en favor de recuperar su actividad que es parte de la historia de Riobamba y su progreso”, concluye Aldaz, como sentencia al silencio, a la impavidez y a la demagogia.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.