Esta es la temporada de expectativas. El próximo 14 de mayo, las autoridades electas deberán iniciar la implementación de las propuestas socializadas con diferentes sectores, Cada vez que los ecuatorianos debemos decidir sobre el futuro que queremos, redundamos en muchos temas, se plantean otros que benefician solo a ciertos grupos políticos, sociales o económicos y eso nace desde lo más hiperlocal.
En el caso de nuestra ciudad y provincia, siempre estamos redundando sobre los mismos temas, trabajar por el desarrollo del turismo, generar industria local, fomentar la agricultura. Pero, cuáles son las decisiones y acciones adoptadas y que se deberán asumir para promover un verdadero desarrollo que más que indicadores, declaratorias y propaganda, generen lo que todos necesitamos, trabajo.
Y en medio de estos reiterativos debates, siempre surgen las mismas preguntas.
¿Qué identifica a Riobamba? Ciudad industrial, productiva, patrimonial, histórica, de las primicias, comercial, etc, etc…¿A Chimborazo? Provincia turística, agrícola, ecológica, intercultural, etc, etc…
¿Cuál es nuestra vocación u orientación como ciudad y provincia. A dónde nos conducen las acciones que se desarrollan desde el sector público o privado?
¿Quién tiene la respuesta? Una visión es la de los representantes del sector público, institucional. Otra, a lo mejor diferente, la de quienes promueven acciones desde el sector privado, y por supuesto; otra será la del ciudadano que vive y sufre el día a día.
¿Cuál es el punto de encuentro?
Se reclama que Riobamba perdió la oportunidad de ser un gran centro industrial. ¿Cuántas grandes industrias tenemos?
Permanentemente se destaca la vocación agrícola y pecuaria de la provincia. ¿Cuántas hectáreas de productos básicos de calidad generamos, o de procesados, que efectivamente nos ubiquen de manera sostenible en el mercado nacional o internacional? ¿Cuántas nuevas fuentes de trabajo se han generado?
¿Potencia turística? ¿Cuánto hemos crecido en este rubro?
Sin duda no faltan buenas ideas, acciones destacables y buenas intenciones. Cuándo se trata del futuro de Riobamba y Chimborazo, ¿nos han consultado, qué mismo queremos?